La impresión 3D ofrece un abanico muy amplio de posibilidades. Si atendemos a los distintos tipos de tecnologías que existen en el mercado, así como los infinitos materiales avanzados que aparecen cada año, nos da una gran suma de posibilidades.
¿Cómo se imprime en 3D?
Siempre hay una serie de factores que dependen directamente de la tecnología de impresión que queramos utilizar, pero por regla general, podemos decir que existen los siguientes pasos:
Paso 1: crea un diseño en 3D
A la hora de realizar un diseño en 3D para imprimir, tenemos que tener en cuenta la anisotropía de las piezas impresas en 3D. Esto quiere decir que normalmente, en el eje Z siempre existe una debilidad puesto que las impresoras fabrican las piezas capa a capa. Es cierto que tecnologías como las Carbon, han conseguido eliminar esta debilidad. Pero, para el resto como las FDM, sobre todo, tienen esta particularidad que las hace ciertamente vulnerables.
Paso 2: exporta el archivo a STL
A la hora de exportar archivos a STL, tendremos que tener en cuenta el tamaño de malla para obtener la mayor definición posible. Esto nos permitirá tener una mayor calidad en la impresión. Si no sabéis como pasar un archivo 3D a STL os dejo un enlace por aquí donde se explica paso a paso según el programa de diseño que utilicéis. Pasar de archivos CAD a STL.
Paso 3: elige la tecnología de impresión 3D
Hoy día existen una gran cantidad de tecnologías de impresión 3D. Podemos encontrar desde las más comunes, de filamento fundido (FDM), de sinterizado láser (SLS), de resina (DLP) o incluso de metal e hibridas.
Paso 4: elige el material según la aplicación
Los materiales juegan un papel muy importante en la resistencia y apariencia de las piezas. Existen innumerables tipos de material, desde polímeros a metales. Y además, podemos encontrarlos en diferentes estados, ya sea en filamento, líquido o polvo, esto dependerá de la tecnología a utilizar para imprimir.
Paso 5: determina los parámetros de impresión
Los parámetros de impresión no son otros que con los que nos permite jugar un Slicer, es decir, un software de devanado y parametrizado de piezas. Los más conocidos son CURA o Simplfy. Pero, impresoras profesionales como Stratasys ya tienen su propio software.
Estos programas traen la posibilidad de hacer más o menos robustas las piezas, dándoles mayor o menor relleno, permitiendo aumentar el grosor o el hueco de las paredes, de añadir soportes en voladizos o incluso mezclar más de uno y dos materiales diferentes en la misma impresión. Incluso hacer impresiones con más de dos y tres cabezales.
Otro factor muy importante es la orientación de la pieza, por la anisotropía de la tecnología.
Paso 6: crea el Gcode
Para crear el Gcode, simplemente tenemos que tener acceso a un software de Slicer, como he comentado en el punto anterior. Desde este y una vez tengamos parametrizada la pieza, podremos obtener nuestro archivo Gcode o lenguaje máquina para poder introducirlo en nuestra impresora 3D.
Paso 7: imprime la pieza
¿Para qué se utiliza la impresión 3D?
La impresión 3D se puede utilizar para una infinidad de aplicaciones, no solo recreativas como más comúnmente se conoce, sino en actividades profesionales dentro de la industria y la ingeniería.
Tradicionalmente su aplicación más utilizada ha sido en el campo del prototipado, ya que es una de las maneras más rápidas, versátiles y económicas que conozco para validar diseños industriales. Pero, los avances en materiales y nuevas tecnologías hacen que en los ultimos años estemos viendo desde válvulas impresas por sinterizado laser hasta cualquier manipulador para brazos robóticos en poliamidas, que las hacen más ligeras y eficientes que cualquier sistema mecánico compuesto por piezas mecanizadas más pesadas y caras de obtener.
